Tras su reciente clausura, en el Museo Nacional de Colombia, en Bogotá, la exposición monográfica de la obra de la artista colombiana Débora Arango Pérez (Medellín, Colombia – 1907 – 2005) -actualmente representada por Galería el Museo (Bogotá), propiedad de Fernando Pradilla, dueño también de la galería homónima madrileña- será presentada por primera vez en tres museos de los Estados Unidos. La exposición, organizada por el Museo de Arte Moderno de Medellín – MAMM y que comenzó en el referido Museo Nacional de Colombia como parte del programa ”Homenajes nacionales”, iniciará el próximo 22 de septiembre, una gira estadounidense cuya primera parada será el Museum of Latin American Art – MoLAA de California, para posteriormente presentarse en el Mint Museum de Charlotte y en el Museo del Barrio de Nueva York. Se trata de una exposición comisariada por Óscar Roldán-Alzate, comisario de exposiciones del Museo de Arte Moderno de Medellín, que a través de una temática trasversal, reúne parte de la obra de una de las artistas colombianas más significativas del pasado siglo XX. La muestra está conformada por cincuenta óleos y acuarelas de medio a gran formato entre las que se incluyen obras como Amanecer (1940), Justicia (1944), El tren de la muerte (1948), Masacre del 9 de abril (1948), Maternidad (1952), Los derechos de la mujer (1954), La raza en la calle (1963), entre muchas otras, en las que se puede apreciar su permanente empleo de la temática femenina, social y política, que marcó la vida y creación de esta artista colombiana cuya obra significó la apertura hacia nuevas alternativas para el arte realizado por mujeres.
Débora Arango Pérez (Medellín, Colombia, 1907 – 2005), está considerada una pionera del arte moderno en Colombia y, aunque desde noviembre del 2008, la casa de Débora Arango fuese declarada bien de interés cultural de la Nación y Casa Museo, esta artista y mujer polémica tuvo que luchar a lo largo de toda su vida contra los prejuicios, el rechazo y la censura de las élites políticas colombianas, debido en gran parte a la fuerte carga de crítica social incluida en varios de sus cuadros sobre la época de La Violencia y los inicios del Frente Nacional (1946-1963). Arango, discípula de los desaparecidos pintores colombianos Eladio Vélez y Pedro Nel Gómez, respondió a una situación política y social, sobrepasando a sus maestros y a su época. En 1939 dio a conocer sus desnudos por primera vez en el Club Unión, periodo en el que empezó a pintar independientemente y que se pueden describir como de “expresión pagana” al retratar prostitutas y mujeres desplazadas por la sociedad, las cuales pueblan su obra mostrando así su interés por la condición de la mujer en la sociedad de ese momento. Al poco tiempo, hacia 1940, sus cuadros de sólida composición y color muy expresivo, sobrepasaron la mera descripción y esta expresión pagana apareció ligada a una reflexión y crítica social más allá de la sensualidad de sus desnudos anteriores. Posteriormente, Arango viajó, en 1947, a México y aprendió las técnicas del fresco en la Escuela Nacional de Bellas Artes y allí conoció las obras de los también desaparecidos muralistas mexicanos José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. A su regreso en 1948, realizaría un mural -el único- para la Fábrica de Empaques de Medellín, como homenaje a los cultivadores de la penca, y muestra del proceso de la elaboración del fique. Un año después, en 1949, participó en el salón de Artistas antioqueños en Bogotá, y desde entonces esta artista tuvo distintas exposiciones individuales como la importante retrospectiva organizada por el Museo de Arte Moderno de Medellín – MAMM en el año 1984, al cual en el año 1986 la artista donaría parte de su colección, donde se mostraron más de 250 obras entre acuarelas, óleos y cerámicas, y con la cual se reivindicó plenamente como artista.
Además, también todavía en vida, se le organizaron retrospectivas en la Universidad de Antioquia (Medellín) en 1993 y en la Biblioteca Luis Ángel Arango (Bogotá) en 1996. Pocos años antes de su muerte y también tras ésta, sería la Galería el Museo (Bogotá), propiedad de Luis Fernando Pradilla, dueño también de la galería homónima madrileña, quien se ocuparía de incluir la obra de esta artista, a la cual representa en la actualidad, en colectivas organizadas por sus dos galerías bajo los epígrafes “Maestros Colombianos del Siglo XX” y “Maestros Colombianos Contemporáneos”. Y ya, el pasado mes de diciembre de 2011, le organizó una exposición individual en la galería bogoteña. Durante su carrera, Débora recibió múltiples condecoraciones, como el Premio a las Artes y a las Letras, la Medalla al Mérito Artístico y Cultural, la Cruz de Boyacá y el título de Maestra Honoris Causa de la Universidad de Antioquía. Por último, vale la pena mencionar, que Débora Arango antes de morir, legó a su joven discípulo el pintor y escultor colombiano Joaquín Restrepo (Medellín, Colombia, 1984) todos sus conocimientos. Así pues, con esta exposición itinerante, que ahora inicia su andadura por los Estados Unidos, estamos ante un claro ejemplo, de puesta en valor y de reconocimento póstumo, por parte de las autoridades colombianas, hacia la figura y la obra, de una de las artistas colombianas más significativas del pasado siglo XX, quien no olvidemos, tuvo que luchar durante toda su vida contra los prejuicios y el rechazo de las élites políticas colombianas. –ver vídeo dedicado a Débora Arango–
Gustavo Pérez Diez. ARTEINFORMADO