El antioqueño de 33 años tendrá una escultura monumental en el Parque Natural de Chengdu, que cuenta con el sendero verde más largo del mundo.
La escena del arte colombiano se reinventa a pasos agigantados. Este dinamismo ha llevado al mundo entero a poner sus ojos en nuevas promesas como Joaquín Restrepo, un artista plástico que en diciembre de 2017 presentó sus esculturas de bronce en el Riverside Art Museum, de Pekín (China), gracias a la Galería LGM y la Embajada de Colombia en China, en donde dejó impresionado a todos los invitados.
Gracias a esta sorpresa, el gobierno de China invitó al colombiano a crear una obra que estará ubicada en un anillo de 500 kilómetros en el Parque Natural de Chengdu y, además, en la que tendrá libertad total para usar los materiales y diseños que se le ocurran.
Restrepo empezó su carrera en el Centro de Bellas Artes de Medellín, bajo la mano de la artista Débora Arango y la pintora estadounidense Ethel Gilmour entre 2000 y 2003. Luego viajó a Bogotá para estudiar en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Los Andes, donde conoció a David Manzur, pintor y gran mentor del artista.
Vea también Débora Arango: de paria en su época a símbolo del arte nacional
Entre sus logros más destacados está la presentación de sus obras en el Museo Nacional de Colombia (2003) con su obra ‘El Arlequín’, la casa de arte Christie’s de Nueva York (2004, 2007, 2009, 2011) con ‘Origami’, ‘Ventana’, ‘ICHTYS’, y ‘Miserere’.
El artista Joaquín Restrepo junto a ‘Miserere’, una de sus esculturas de gran formato ubicada en Bogotá. Foto: Gina Morón
Vea también: La poesía visual de Ethel Gilmour
A estas exposiciones, se suman los homenajes de la Biblioteca Pública Windermere de Florida en 2017 y la presentación de sus diseños en Museo de Arte de Orlando (OmART), el Museo de Arte de Appleton (Ocala, Florida) y la Feria de Arte de Shanghai (China).
“Esta invitación reafirma la intuición que tuve desde hace ocho años cuando llegué a China con mi primera exposición; en ese momento sentí que mi obra tenía conexión muy especial con los asiáticos. Por eso es gratificante recibir esta noticia que me llegó sin buscarla”.
Restrepo llegará a China el próximo 22 de abril donde visitará el espacio de la obra para empezar a diseñarla. Por el momento, el artista adelantó que se tratará de un homenaje para su mamá, quien falleció recientemente.
Desde el 16 de diciembre los visitantes del Riverside Art Museum (RAM) ubicado en el distrito de Chaoyang, Pekín-China, apreciaron las siete esculturas en bronce que componen la exposición del colombiano, creadas entre sus 22 y 25 años de edad. El artista quien ya había estado dos veces en Shanghái y una en el Museo de la Ciudad Imperial en Pekín, fue invitado para cerrar el 2017 por el RAM reconocidos por ser uno de los grupos económicos importantes de China, responsables de realizar la exhibición más grande de Picasso en Asia.
“China es una obsesión que tengo desde hace años y que tuve que dejar a un lado durante un tiempo por calamidades familiares, me encanta su cultura, su comida, su gente… no sé cómo explicarlo… tiene una magia extraña” afirma Joaquín Restrepo.
La exposición de Restrepo apoyada por la Embajada de Colombia en China y la Galería LGM, también contará con obras de los artistas Hugo Zapata y Luís Fernando Peláez, entre otros.
En paralelo Joaquín actualmente exhibe en algunos museos norteamericanos “Estamos honrados de tener el set de té Laetus de Restrepo en la tienda del Museo de Boca Ratón. Sobre todo, estamos emocionados de hacer su obra asequible para todos. Es simplemente un regalo impresionante y especial” Aylin Tito, directora asociada del museo. El set se encuentra expuesto en los museos de arte de Boca Ratón (Bocamuseum), Orlando (Omart) y Appleton (AMA) en Estados Unidos. A la par con los sets de té en los museos, hay un par de obras en la galería de Virginia Miller.
Para el 2018 el colombiano está terminando una serie de cuadros que pintó cuando estaba en la universidad “Me gusta dejar descansar las obras algunos años antes de acabarlas para que maduren, esto me deja verlas con nuevos ojos y así unir el punto de vista entre el pasado y el presente, es como si estuviera trabajando a cuatro manos.”, serán dos exposiciones individuales una para Estados Unidos y otra en Bogotá.
Una iniciativa que reunió a artistas consolidados y emergentes es el salón de arte utilitario Arte y Barro, en el Club El Nogal, en Bogotá.
Participaron 60 artistas, algunos con experiencia en cerámica y otros que aprendieron, en un lapso de medio año, el manejo y los pormenores de esta técnica, creando piezas de colección que incluyen vajillas, floreros y teteras.
Liderado por la Fundación Ana Restrepo del Corral –que da educación a alrededor de 720 niños del barrio Las Delicias, en Bogotá–, el proyecto cuenta con obras realizadas por artistas como Santiago Cárdenas, Nadín Ospina, Carol Young , Ana Mercedes Hoyos, Joaquín Restrepo, Cristina Figueroa y Valeria Montaño.
Esta es la primera vez que realizan un salón de arte utilitario. La idea es que se lleve a cabo anualmente y que sea un proyecto de largo aliento. Desde ya, para la segunda edición, contemplan la posibilidad de trabajar con materiales como el vidrio y de continuar con su propósito de reunir un grupo de artistas que aporten a una causa social.
Una iniciativa que reunió a artistas consolidados y emergentes es el salón de arte utilitario Arte y Barro, en el Club El Nogal, en Bogotá.
Participaron 60 artistas, algunos con experiencia en cerámica y otros que aprendieron, en un lapso de medio año, el manejo y los pormenores de esta técnica, creando piezas de colección que incluyen vajillas, floreros y teteras.
Liderado por la Fundación Ana Restrepo del Corral –que da educación a alrededor de 720 niños del barrio Las Delicias, en Bogotá–, el proyecto cuenta con obras realizadas por artistas como Santiago Cárdenas, Nadín Ospina, Carol Young , Ana Mercedes Hoyos, Joaquín Restrepo, Cristina Figueroa y Valeria Montaño.
Esta es la primera vez que realizan un salón de arte utilitario. La idea es que se lleve a cabo anualmente y que sea un proyecto de largo aliento. Desde ya, para la segunda edición, contemplan la posibilidad de trabajar con materiales como el vidrio y de continuar con su propósito de reunir un grupo de artistas que aporten a una causa social.
El 20 de mayo la galería de arte del Club El Nogal en Bogotá abrirá sus puertas para que las obras del maestro Joaquín Restrepo y las de 60 artistas, dialoguen con los compradores y coleccionistas que apoyan a los heridos de las fuerzas militares, beneficiados con los programas de la Corporación Matamoros.
La obra “Exodos” es el resultado de la intervención que Joaquin Restrepo realizó a la muleta del soldado Edgar Cardona, conocido por su ascenso al Nevado Aconcagua en el 2009. Cardona es administrador de empresas y pensionado de las Fuerzas Militares, sus logros hacen eco entre los deportistas que visitan el nevado, no sólo por ser el primer discapacitado con amputación arriba de la rodilla que logra victoriosamente el ascenso, sino que además lo hizo con sus dos muletas de uso diario.
“Una de las muletas la doné para que el maestro Restrepo hiciera una obra y la otra la tengo como trofeo en la sala de mi casa” manifiesta Cardona. A él y al artista los une la sensibilidad que trasmite la pieza. Restrepo quiso mostrar en “Exodos” la grandeza y humildad de su antiguo dueño. El proceso de intervención de la muleta inicia con una explosión, luego fue fundida y posteriormente intervenida con hierro y bronce.
La octava subasta de la Corporación Matamoros, llamada Obra con Valor, contará con el martillo más reconocido de Colombia, Ricardo Barreneche. Con sesenta artistas de diferentes tendencias de la plástica colombiana, entre ellos se destaca una obra gráfica de Pablo Picasso de 1954 perteneciente a una colección privada. La exhibición estará abierta al público a partir del miércoles 15 de mayo en la galería de arte del Club El Nogal.
Algunos de los artistas destacados: Jim Amaral, Santiago Cárdenas, Ana Mercedes Hoyos, Carlos Salas, Luis Luna, Pedro Ruíz y Antonio Zamudio, entre otros.
La labor de la Corporación y el objetivo de la subasta es la consecución de recursos que le permitan continuar, con sus programas de apoyo a los heridos de las fuerzas militares en programas de capacitación, rehabilitación a través del deporte y en hogares de paso.
El 20 de mayo la galería de arte del Club El Nogal en Bogotá abrirá sus puertas para que las obras del maestro Joaquín Restrepo y las de 60 artistas, dialoguen con los compradores y coleccionistas que apoyan a los heridos de las fuerzas militares, beneficiados con los programas de la Corporación Matamoros.
La obra “Exodos” es el resultado de la intervención que Joaquin Restrepo realizó a la muleta del soldado Edgar Cardona, conocido por su ascenso al Nevado Aconcagua en el 2009. Cardona es administrador de empresas y pensionado de las Fuerzas Militares, sus logros hacen eco entre los deportistas que visitan el nevado, no sólo por ser el primer discapacitado con amputación arriba de la rodilla que logra victoriosamente el ascenso, sino que además lo hizo con sus dos muletas de uso diario.
“Una de las muletas la doné para que el maestro Restrepo hiciera una obra y la otra la tengo como trofeo en la sala de mi casa” manifiesta Cardona. A él y al artista los une la sensibilidad que trasmite la pieza. Restrepo quiso mostrar en “Exodos” la grandeza y humildad de su antiguo dueño. El proceso de intervención de la muleta inicia con una explosión, luego fue fundida y posteriormente intervenida con hierro y bronce.
La octava subasta de la Corporación Matamoros, llamada Obra con Valor, contará con el martillo más reconocido de Colombia, Ricardo Barreneche. Con sesenta artistas de diferentes tendencias de la plástica colombiana, entre ellos se destaca una obra gráfica de Pablo Picasso de 1954 perteneciente a una colección privada. La exhibición estará abierta al público a partir del miércoles 15 de mayo en la galería de arte del Club El Nogal.
Algunos de los artistas destacados: Jim Amaral, Santiago Cárdenas, Ana Mercedes Hoyos, Carlos Salas, Luis Luna, Pedro Ruíz y Antonio Zamudio, entre otros.
La labor de la Corporación y el objetivo de la subasta es la consecución de recursos que le permitan continuar, con sus programas de apoyo a los heridos de las fuerzas militares en programas de capacitación, rehabilitación a través del deporte y en hogares de paso.
– ¿Qué se verá en la exposición colectiva en Pekín?
Una serie de pinturas y esculturas donde se busca destacar los trabajos de artistas latinos, en un encuentro que congrega a maestros desde los años 50 a nuestros días.
La idea de la galería LGM, responsable de la muestra, es exponer el proceso del imaginario visual del hombre contemporáneo latinoamericano, de frente a una cultura tan rica, variada y ancestral como es la China.
Algunos de los artistas presentes son:
Diego Rivera, Roberto Matta, Claudio Bravo, Oswaldo Guayasamín, Alejandro Obregón, Jesús Rafael Soto, Carlos Cruz-Diez, Fernando de Szyszlo, Omar Rayo, Fernando Botero y Ana Mercedes Hoyos entre otros
– ¿Qué busca expresar con sus esculturas y sus obras en general?
Sé que lo que te conteste ahora, cambiará en unos años. Hay cosas que me interesan en este momento, y es probable que odie en el futuro. Como otras que digo jamás haré y luego de decirlo, como en las películas, el fotograma que sigue soy yo haciéndolas.
Por lo que prefiero cada día trabajar más y hablar menos. Sin embargo sí puedo decirte que existe algo, de lo cual no puedo escapar en mis piezas y es una especie de trasfondo místico que evoca al pasado.
– ¿Cómo observa el panorama artístico colombiano contemporáneo?
Veo buenas propuestas de las nuevas generaciones en Colombia. Con las que el país está mostrando otra faceta artística, que le ha procurado mayor exposición internacional. Un ejemplo es el hecho que la casa Christie’s NY, abriera una oficina en Bogotá.
– ¿Qué le atrae artísticamente hablando?
Me interesa experimentar constantemente con nuevos materiales y técnicas artísticas, esto me lleva a involucrarme con otros campos fuera de mi área de conocimiento. Creo que así, se logra una mayor flexibilidad al trabajar, mientras se enriquece el proceso creativo.
De pequeño era de esos niños que lo tocaba todo y nunca logré superar esa etapa. Por eso, muchas de mis obras, están hechas para ser acariciadas y las que no, tienen una apariencia táctil.
– Un lugar que no hay que dejar de ver.
Recuerdo hace unos años en un viaje a el Cabo de la Vela, un lugar donde el desierto se junta con el mar Caribe. Me hablaron de una montaña sagrada para los Wayúu llamada “Pilón de Azúcar”, a la cual acuden para comunicarse con sus antepasados, pues dicen que allí es a donde van todos los muertos.
Todo esto me dió curiosidad, aunque cuando llegué al lugar, debo confesar que no vi nada interesante. Sin embargo, luego de unos diez minutos ascendiendo la montaña, mientras luchaba contra los fuertes vientos, alcancé la cima y quede atónito. Inmediatamente me tragué mis pensamientos y entré en éxtasis por algunos minutos, mientras observaba el impresionante paisaje alrededor. Algo diferente y espectacular desde todos los ángulos.
Prefiero no detallarlo más, es mejor ir y vivir la experiencia, ya que las palabras no son suficientes y las fotografías no logran hacerle justicia.
– Una obra de arte que quisiera tener en la sala de su casa.
“Spunk of the Month” de Alexander Calder. Es una obra monumental creada en 1964. Estuvo expuesta en la galería Gagosian hace unos años. Me haría dichoso remodelar mi casa y tenerla como pieza única.
– Un artista que encuentre fascinante.
Por un poco más de dos décadas, Damien Hirst, ha logrado mantenerse a la vanguardia del arte contemporáneo. Su forma de trabajar con la muerte me embelesa.
Hay algunas obras de él que no me interesan, mientras otras me erizan la piel y disfruto contemplándolas por horas.
Algunos lo llaman copista o mercader. Incluso es descrito por Vargas Llosa como símbolo del triunfo de la cultura trivializada. Sin embargo, a Hirst nada de eso le afecta y continúa trabajando de forma prolífica, entre un mar de elogios y criticas.
5 Lugares:
1. La Capilla de los Scrovegni en Padua. Es un lugar sobrecogedor el cual alberga un célebre ciclo de frescos de Giotto, quien es considerado el primero de muchos artistas del renacimiento. Creo que es una parada obligada para cualquier amante del arte.
2 Y 3 . El museo Nacional del Palacio Imperial en Taipei y el museo del palacio imperial en Pekin. Cuentan con la colección de arte y pertenencias del último emperador y la familia imperial China. Originalmente reunida dentro de un mismo techo, fue dividida en dos luego de la guerra civil China. Allí hay una enorme selección de piezas de las dinastías Song, Yuan, Ming y Qing.
4. La fundación Barnes en Filadelfia. Posee una de las mejores colecciones de arte impresionista, post-impresionista y moderno temprano del mundo. El doctor Albert C. Barnes actuó como curador creando una interesante interacción entre obras de arte y objetos decorativos.
5. La Galeria Saatchi en Londres. Es un lugar polémico y de gran influencia en el arte inglés. Ha sido también la plataforma de lanzamiento, para muchos artistas contemporáneos importantes.
Un recuerdo de adolescencia junto a su mejor amigo Mateo Blanco, de esos que siempre se llevan en el equipaje del corazón, y quizás el más importante de su vida artística, se apodera de Joaquín Restrepo y le roba una sonrisa:
“Yo soy muy introvertido y él es extremadamente extrovertido. Ese día, saliendo del colegio, recuerdo que le dije ‘Mateo, quiero conocer a Débora Arango’. En ese momento, él lanza mi maletín al interior de la casa. Yo me quedé inmóvil”, dice.
Segundos después, a la velocidad del rayo, agrega: “Cuando abrieron la puerta y nos invitaron a pasar, yo no lo podía creer. Fue ahí cuando cumplí mi sueño y ella me dijo que quería pintar mis ojos”.
El nombre de Mateo no se separa ni un momento de sus labios. Él es su cómplice, el culpable de que haya podido encontrarse frente a frente con la artista que levantó más polémica en la historia del arte colombiano, y darle inicio a una historia que hoy divulga su nombre en países como China.
Joaquín es de risa franca, buen conversador, amable y extremadamente generoso para compartir sus experiencias. Pese a los triunfos alcanzados con esfuerzo y disciplina, ha trabajado junto al artista David Manzur después de años enteros de férrea insistencia y determinación, aún no se considera un maestro.
Su pasión por aprender cada día cosas nuevas lo convierte en un eterno aprendiz del arte. Un hombre cuyo único propósito es devolverle a la vida las bendiciones que le ha obsequiado a través de creaciones que trasciendan en el tiempo y en los recuerdos de aquellos que las observen.
Existen dos tipos de artistas: los que están mirando el mundo exterior y los artistas ensimismados. Yo soy una mezcla de ambos.
Mi obra es el conjunto de mis emociones, mis experiencias y mis pensamientos.
Busco que mis creaciones artísticas sean atemporales, que tengan un toque de misticismo.
Cuando yo comencé en el mundo del arte, terminé estudiando con los que más me interesaron de la lista: Débora Arango, la artista norteamericana Ethel Gilmour y David Manzur.
Ellos fueron una gran escuela no sólo para mi vida artística sino también para mi vida personal.
En esa época todavía no existía Joaquín Restrepo, el artista. Yo estaba en una búsqueda y encontré en la obra de Débora Arango un gran referente para encontrar mi propia esencia.
La fuerza de Débora fue algo que me marcó muchísimo. Como artista, ella siempre fue fiel a su esencia. Nunca le importó lo que pensaran los demás de sus creaciones. Ella siempre me decía que siempre fuera fiel a mi corazón, que aprendiera a ser fuerte y que respetara mi sentir como artista.
David es un hombre muy solitario y hermético por su historia de vida. Tuvo una crianza muy difícil en Europa –vivió la segunda guerra mundial- y creó una personalidad para auto-protegerse.
Es muy curioso porque él cerró su taller en 1984, el año en el que nací. Cuando lo conocí, me dijo: “Por mi taller pasaron 18 mil 600 estudiantes, yo ya dije todo lo que tenía que decir”.
Fueron 4 años de insistir y de que él me dijera que no. Un día, después de muchos intento, finalmente me aceptó.
A partir de ese momento se creó un vinculo muy especial entre nosotros. David no sólo fue mi maestro, también se convirtió en mi amigo y en familia ya que toda mi familia estaba en Medellín.
Yo tuve la bendición de nacer con muchos privilegios y desde muy niño sentí la necesidad de retribuirle a la vida por tantos regalos a través de la labor social.
Antes de trabajar con Corazón Verde, estaba vinculado al trabajo en pro de los más necesitados. En mi niñez fui misionero y eso me permitió vivir experiencias muy enriquecedoras para mi formación como ser humano.
Luego, cuando llegué a Bogota y me dediqué a la vida universitaria y al taller del maestro Manzur, no me quedó tiempo de continuar con este tipo de actividades.
Mi trabajo con la fundación se dio de una manera muy especial: A David (Manzur) le llegó la invitación de ellos para una exposición de mariposas –la tarjeta tenía forma de una- y coincidencialmente yo había creado una mariposa para un trabajo de la universidad.
Cuando David la vio, le encantó y llamó a los miembros de la junta directiva de Corazón Verde para que ellos la conocieran y la incluyeron dentro de la selección de mariposas que haría parte de la exposición.
Jamás, me falta mucho para serlo. Recuerdo que el ex-presidente Betancourt me escribió una carta, pero yo no entendía su letra. Entonces se la envié por correo electrónico a mi hermana para que ella la leyera y me dijera lo que decía.
Cuando la leyó, casi me da un infarto. Eran palabras muy grandes para mí .
Recuerdo que cuando estaba en la Universidad, decía que el primer mercado que quería abrir era el de China.
Mientras seguía con mis otros proyectos, toqué algunas puertas para llevar mi obra a este país pero no obtuve grandes resultados.
Un día me llegó un correo electrónico del director del pabellón latinoamericano en Shangai diciéndome que le enviara obras ya que estaba organizando un salón de artistas jóvenes para una de las dos ferias que se organizan en este país durante el transcurso del año.
Recuerdo que yo le respondí y le envié algunas obras y él a los 10 minutos me respondió que estaba aceptado. Finalmente, se exhibieron 2 de mis trabajos. Fue algo muy emocionante.
La verdad, me encantaría. Me muero de ganas. En mi niñez, yo tocaba el violín y luego me enamoré del canto. Infortunadamente, la voz se me partió en dos.
Sin embargo, quiero apoyar músicos y compositores en un proyecto donde yo pueda ser el productor ejecutivo. Eso sería fascinante.
Estamos organizando una subasta en honor al artista colombiano Eduardo Ramírez Villamizar. También estamos preparando otra con la Fundación Matamoros.
Después viajo a Beijing para participar en una exposición colectiva y para finales de año una exposición en la Galería Casa Cuadrada de Bogotá.
Que no crean nada de lo que les digan. La realidad es muy distinta. Llegar a una galería no es lo mejor que le puede suceder a un artista.
Lo más importante que le puede suceder a los artistas es creer en la obra que están haciendo, perseverar y mantenerse.
Cuando decidí volverme artista, yo no sabía ni dibujar ni pintar. Lo mío eran los computadores.
En el proceso de aprendizaje, entendí que el oficio y la técnica se puede aprender pero lo que se va a comunicar con tu creación es algo que nace del alma y eso es lo verdaderamente complicado.
Abrirme las puertas y hacer que las personas creyeran en mí y en mi propuesta fue muy difícil. Mi carrera es el resultado de mucha disciplina, pasión y perseverancia.
Cuando uno se lanza de artista, tiene que vender sus obras en la calle para buscar que alguien se fije en su obra y compre alguna.
En los últimos 50 años, sólo se escuchan 5 nombres de artistas exitosos y adinerados en Colombia. El resto, suben y caen.
Para mí, es más importante conseguir dinero para producir obras que producir obras para hacer dinero. Esa es mi verdadera prioridad.
Fotografías:
Andrés Gómez & Germán Velásquez
Leyendo la novela La caverna de José Saramago, Joaquín Restrepo se encontró una frase que inspiró a Sileo: “Se dice que cada persona es una isla y no es cierto, cada persona es un silencio, eso, un silencio, cada una con su silencio, cada una con el silencio que es”.
A los 15 años se hizo discípulo de Débora Arango y luego de cuatro años de negativas fue recibido por David Manzur como aprendiz. Perfil de Joaquín Restrepo, joven, psicorrígido e hiperactivo.
Si un wayúu lo viera a los ojos le diría que es un espíritu adulto en un cuerpo joven. Tiene 27 años, pero habla con conocimiento y si se puede decir también, con sabiduría. Todo por la necesidad que tiene de comerse el mundo de una bocanada y como él mismo lo dice, por su interés de “quedar registrado en los libros de historia”. Es ambicioso y no aparenta falsa humildad para esconder sus propósitos. No en vano fue discípulo de David Manzur y Débora Arango a punta de constancia.
Si damos vuelta a nuestra historia y regresamos a los 15 años, nos encontraremos en las fiestas, vestidos, tacones, vals y las primeras conquistas. Mientras tanto, Joaquín ideaba un plan con su amigo Mateo Blanco para conocer a Débora Arango, una artista paisa que revolucionó su tiempo como persona y a través de su arte, pues fue de las primeras mujeres en conducir y usar pantalón, así como en pintar desnudos y ser crítica del establecimiento.
La solución fue sencilla: pasar frente a Casa Blanca, en Envigado, la residencia de los Arango, una enorme construcción que terminó enclavada en el corazón del urbanismo, botar la maleta de colegial desde la calle al otro lado y timbrar para que les permitieran recogerla.
Elvira, una de las hermanas de Débora, fue quien les abrió, no solo la puerta de la casa, sino a uno de los momentos más importantes en la vida de Joaquín adolescente, que ya para entonces había hecho una lista con los nombres de los artistas que quería conocer: “Desde ese tiempo pensé en cuánta experiencia podía recoger y si estaba al lado de quienes hacen historia, seguramente yo también aparecería en ella”, dice. Desde entonces pidió permiso para visitar a la maestra con frecuencia, una mujer que ya había llegado a la vejez y pintaba reposadamente junto a Joaquín y su amigo Mateo. “Un día me dijo, con esa voz como de dinosaurio: Yo quiero pintar esos ojos verdes”; y el resultado de esa tarde es el dibujo que todos los días ve Joaquín al despertarse.
En su lista estaba también David Manzur, pero creía que estaba muerto, así que se conformaba con acercarse a su obra. “Joaquín, Manzur está vivo, lo vi conversando con José Gabriel”, le dijo un amigo frente al televisor. De inmediato se puso en contacto con un amigo galerista que le dio el número del artista y sin la pena que jamás ha tenido, marcó a su taller donde una voz amable le contestó. Cuando por fin lo tuvo en la línea le dijo: maestro, ¿es ese su asistente? –No, es el presidente Belisario Betancur, le contestó.
Ahí empezó una relación marcada por la aparente resurrección del artista que siempre le negó la posibilidad de trabajar con él. En 1984, el año en el que nació Joaquín, Manzur había cerrado su taller para aprendices, así que no estaba interesado en uno más.
Cuatro años de llamadas y de insistentes conversaciones habían pasado, sin que lograra su objetivo. Entonces, un día, un grupo de jóvenes se accidentaron en una carretera cerca de Medellín y a David Manzur le llegó la noticia de que Joaquín estaba entre los fallecidos. Una llamada, como la de Joaquín hacía unos años que lo revivía de una muerte que él ignoraba, ocurrió ahora de manera inversa. Fue el joven quien lo llamó y resucitó para el maestro –a quien no le gustaba esa palabra y amenazaba a Joaquín con llamarlo maestrico-. “Pensé que usted se había muerto y yo no le había dado la oportunidad de estudiar conmigo”, a lo que él contestó: “Pues la vida le está dando una nueva posibilidad para permitírmelo”. Entonces, como Verrochio, él no quería tomar clases magistrales, sino ayudarlo a limpiar sus pinceles, a ver cómo eran sus trazos, cuándo borraba lo que había en el lienzo para volver a empezar y tomar de ese trabajo lo que fuera útil para su experiencia.
No hay que pensar demasiado para describir a Joaquín Restrepo. Es psicorrígido, controlador, hiperactivo y adicto al trabajo. O mejor, adicto al arte. Tiene muy claro lo que debe y quiere hacer. Por eso, tiene bocetos de las esculturas que hará realidad en los próximos años. Por ejemplo, Anonymus, que presentó a final de año en la galería Casa Cuadrada, la tenía dibujada hace dos años. De ahí el sufrimiento que vivió cuando perdió su agenda de dibujos en un avión que no pudo recuperar.
Joaquín no para de hablar, como si la boca fuera un impedimento para la cantidad de frases que quisiera soltar en un minuto; por eso no resulta difícil creer que pasó tres días hospitalizado mientras estudiaba Artes Plásticas en Los Andes por estrés. “Me sentía como un robot, más que un ser humano. Me faltaba que me pusieran un ® de marca registrada; me presionaba para dejar de dormir y hasta qué punto podía llegar. Si podía dejar de comer, no comía para convencerme de que era un objeto y no una persona”, recuerda.
En 2011 le llegó la invitación para ir a China a una de las ferias de arte que se organizan al año. Tan diligente como es en su trabajo, lo es en difundirlo. Tiene blog, Facebook, Twitter, Flickr y Myspace; por eso cree que la invitación pudo llegar a través de alguien que visitó alguno de sus espacios virtuales. Sin embargo, a pesar de que uno de sus propósitos era viajar a este país, decidió que enviaría solo las obras que le habían pedido y solo iría él cuando se le permitiera exhibir una muestra más grande. Mientras tanto, aprendía el idioma, buscó la manera de traducir su nombre a la iconografía china, se entrenaba jugando ajedrez y, especialmente, no le decía a nadie de los planes con los que soñaba: “Cuando uno cuenta las cosas es como la acuarela, entre más agua le pones, más se diluye”. La invitación, para sorpresa suya, a pesar de todo, llegó cinco días después de finalizada la feria para que asistiera a Shanghái Art Fair, que se realizaría cuatro meses después, con una muestra mucho más grande.
Así, las esculturas de Joaquín estuvieron al otro lado del océano, a donde espera volver, pues dejó pendientes varios lugares por visitar e, incluso, una cuenta de ahorros abierta. “Si visito todo de una vez, me la dejo fácil y luego no busco la manera de volver”, dice.
Joaquín se la pasa entre sus talleres en Bogotá y en su natal Medellín, pues la hiperactividad lo obliga a ser cambiante y nómada. Azularte, el programa de la Fundación Corazón Verde lo ha invitado ya varias veces a trabajar a favor de las familias de policías caídos en combate. Allí se venderá el pez cubierto por cuchillos incautados por la misma Policía, que aún guardan sangre y huellas en sus hojas. Huellas también las que él quiere dejar a través de sus esculturas, que trabaja en materiales de larga conservación, por si algún día el mundo se acaba y aunque él ya no esté y pasen otras generaciones de críticos, su trabajo aún persista.
Fotografías: German Velásquez (retrato) , Oscar Monsalve ( obra: Immemor ) y Andrés Gómez (obra: Ágora )
Estas obras estarán presentes en tres subastas: en la Embajada de Estados Unidos, en la Fundación Corazón Verde y en Planeta amor.
LA FORTALEZA del sexo femenino se exalta con la obra Exanimalis, del artista colombiano Joaquín Restrepo quien busca resaltar las cualidades de ellas en el marco de la celebración mundial por los derechos de la mujer. Esta pieza se presentará en una subasta que se realizará el 15 de este mes en la Embajada de los Estados Unidos en su famosa Noche de las artes.
“Esta pieza marca el comienzo de la exploración alrededor de la figura femenina. Es una escultura enigmática que simboliza la integridad, la belleza y elegancia que caracteriza a la mujer”, dijo Restrepo.
Su segunda obra vinculada al arte social es Immemor un díptico en carboncillo trenzado con laminilla de oro sobre papel, que flotan en medio de dos cajas de madera. Representa el poder y la fuerza inspiradora que motiva a la Fundación Planeta Amor en su tercera subasta, El arte de dar.
La Fundación busca ampliar su cobertura preventiva de protección a la niñez con VIH/Sida con la venta de las obras participantes en la noche del 26 de este mes a las 7 p.m. en el Club el Nogal.
Es una noche que reúne a más de 50 artistas entre los cuales se destacan las obras de Ana Mercedes Hoyos, Beatriz González, Carlos Salas y el maestro Matisse.
Renascutur es la tercera obra con la que se cierra el ciclo de subastas sociales de Marzo.
Es una pieza nueva que reinterpreta la versión pequeña de Ichthys, obra con la que Joaquín Restrepo participó en la subasta Azularte del 2011. En esta versión Renascutur se reconcilia con el renacer positivo y personal que inspiró al artista en su primera creación. Esta actividad se llevará a cabo el 27 de este mes en el Country Club.
Durante los últimos cinco años el artista Joaquín Restrepo se ha vinculado a diferentes subastas de arte en las que sus obras lo representan dejando huella de su interés por la responsabilidad social.
Este interés no solo apunta a generar beneficios sociales, el objetivo es fortalecer su entorno con la generación de redes de trabajo, tema de gran interés que el artista ha venido desarrollando al vincular los talleres de Joaquín Rodríguez en Bogotá y Armando Arango en Medellín. Así como las galerías que lo representan alrededor del mundo y otros profesionales que forman parte de su equipo base en el desarrollo, divulgación y exposición de sus obras.
La motivación de Restrepo para unirse a las subastas está determinada por su valor filantrópico, “Si es una causa de contexto humanitario a la que le pueda aportar mi tiempo y mi trabajo, mis obras estarán presentes” asegura el artista quien ha contribuido en los últimos cinco años a la recaudación de más de trescientos millones de pesos para población vulnerable.
COPYRIGHTS ® 2012 ® EL NUEVO SIGLO Viernes, 9 de Marzo de 2012
In the most important park located in the city of Bogota, Colombia “Parque de Usaquen y Parque de la 93” a collection of fish sculptures are currently displayed in an outdoor exhibition entitled “Azularte” sponsored by the Green Heart Foundation or “Fundacion Corazon Verde.”
The exhibit is taking place from October 7 to 28, 2011 honoring the blue planet with the participation of 70 Colombian artists who rendered their “fish” creation to be exhibited and then auctioned off on November 2nd through Christie’s Latin American Art Auction.
Colombian masters such as Edgar Negret, Ana Mercedes Hoyos, Manuel Hernandez, David Manzur, Jorge Cavelier, Carlos Jacanamijoy, Hugo Zapata, Kindi Llajtu, Beatriz Echeverri, Alicia Tafur, Mauricio Arango, Alejandro de Narvaez, Enrique Grau, among many others are participating in “Azularte.”
The youngest of this large group of artists is Joaquin Restrepo who ranks among the top 10 artists of “Fundacion Corazon Verde” with sales exceeding $150,000.
Restrepo is exhibiting a large 3.20 meters high sculpture entitled “Ichthys,” a sculpture made with knives confiscated by the Colombian Police Department which tell an urban story that fascinates and educates the public and children alike.
“These are real knives which have hurt other people. I first started this project taking photographs of the knives, some of them beautifully crocheted; I asked myself, what were they thinking when they were doing it?,” said Restrepo from Shanghai in a previous WUM exclusive interview.
“The fish will represent the transmutation of violence with its deadly weapons transformed in a life form sculpture,” added Restrepo.
COPYRIGHTS ® 11 de Octubre de 2011 ® What´s up Miami
Joaquín Restrepo y su obra "Custodio", hecha de bronce. El artista asegura que le gusta exhibirse, pero no venderse. Y que durante sus exhibiciones trata de que el público lo vea, pero no que lo vea todo.
Autor: Juan Esteban Agudelo Restrepo
Joaquín Restrepo y su obra “Custodio”, hecha de bronce. El artista asegura que le gusta exhibirse, pero no venderse. Y que durante sus exhibiciones trata de que el público lo vea, pero no que lo vea todo.
Curioso trabajo el de Joaquín Restrepo.
Visitas su exposición y ves caballos y rostros humanos y figuras humanas. Figuras que se forman a través de tiras de metal que son moldeadas hasta lograr cada escultura.
Curiosas expresiones reflejan esos cuerpos. ¿Felicidad?, ¿tristeza?, ¿soledad? ¿Interactúan?, ¿se aíslan?
Curioso trabajo el de Joaquín Restrepo. Al principio ves figuras intrigantes, y tratas de buscar un concepto o un eje temático, ¿qué es lo quiere decir?, porque algo están diciendo.
Sí. Curioso el trabajo de Joaquín Restrepo. Después de hablar con él ya no ves caballos ni personas. Lo ves a él.
Nació en Antioquia en 1984, aunque admite que no se siente antioqueño, “ni me siento colombiano del todo, pero tampoco me siento chino, ni francés. Me siento global. Y no es que yo no me sienta orgulloso de mi país, porque si eso pasara no viviría aquí”.
Desde pequeño se interesó por el arte y por la música, sobre todo después de un viaje que tuvo, cuando niño, por Italia, donde conoció la pintura de grandes maestros.
“Pero yo lo que hacía mejor antes de dedicarme al arte eran los computadores. Cuando estaba pequeño hasta le arreglaba computadores a empresas. Eso fue entre mis 9 hasta mis 15 años.
Todo el mundo creía que yo me iba a dedicar a la ingeniería de sistemas. Pero yo dije: ‘me quiero dedicar al arte’, y empecé por el dibujo”, relata.
Se inició en el estudio de la pintura a los 16 años, bajo la tutoría de maestras como Débora Arango y Ethel Gilmour.
A sus 19 años se fue a vivir a Bogotá para estudiar artes plásticas en la Universidad de los Andes.
“Allá era muy chistoso, yo buscaba maneras de poner molestos a mis profesores. A veces le ayudaba a mis compañeros en sus trabajos, por lo que en una evaluación yo podía tener cinco obras en el salón, y ellos sacaban 5 y yo quedaba con una nota regular, a mí me daba mucha risa”.
En la capital, el artista estuvo siete años estudiando pintura con David Manzur.
A pesar de que su formación es de pintor, la obra que más se conoce de Restrepo es la escultórica.
“Si lo piensas, la escultura es un dibujo en tercera dimensión. El dibujo tiene un sentido del ritmo, es una cosa muy musical. Te enseña sobre el tiempo, el espacio, te ayuda a controlar mejor las ideas. La aproximación inicial que tengo yo a la escultura no es una aproximación de masas sino una aproximación de líneas. Lo que hago yo es partir de muchos ángulos en dos dimensiones para llegar a tres dimensiones”, explica.
Afirma que si no expone esos dibujos es porque “para mí el proceso de creación es una cosa tan íntima y tan personal que yo no permito que nadie entre en él”.
Los caballos y la imagen humana son los dos temas que más trabaja en su escultura.
“Yo comencé con la figura masculina porque yo soy lo más cercano a mí mismo. Yo he sido una persona introspectiva toda la vida, hay muchas cosas que pasan alrededor pero yo no me doy cuenta. Vivo tan en mi mundo que para mí es muy difícil salir al exterior, aunque no soy egoísta”, explica.
Joaquín asegura que siente que su cerebro y su cuerpo son cosas distintas, como si estuvieran separados. Por lo que se piensa a sí mismo como si fuera otra persona. Y eso queda plasmado cuando sus figuras humanas interactúan entre sí.
Además, cuenta que “yo he tenido con los caballos una relación muy cercana, cuando era niño yo adoraba salir a correr por horas y me gustaba sentir el viento. Yo simplemente agarraba un caballo y lo ponía a correr, y mi papá me decía que parara porque el pobre animal no aguantaba más”.
“Estudio de cabeza femenina número 3”, hecha en bronce. Esta es la primera exposición que el artista realiza en Medellín. La galería Mundo Arte está ubicada en la Calle 10 A Número 36-18, El Poblado.
Una tira de metal tras otra. Una tras otra. Una al lado de la Otra. La escultura de Joaquín se caracteriza por estar hecha así. Él da dos motivos para esto.
“Yo toda la vida he estado obsesionado con la repetición de láminas. Es algo que comienza desde la niñez. Tengo paisajes hechos a punta de laminitas. Estas láminas nacen de esa parte infantil que no puedo comprender ni explicar. Cuando empecé a pintar, pintaba un óleo y lo cortaba en trocitos delgaditos y los separaba un poquito. Era feliz con eso”.
Por otro lado, dice que esas tiras de metal vienen de una fascinación que siente por el exoesqueleto de algunos insectos. “Soy obsesionado con todos esos insectos que son formados a base de plaquitas. Mi escultura es una especie de protección, de armadura. En parte porque yo no me siento como una persona fuerte, dura, sino como una persona blanda, esas esculturas son la protección que yo tengo”.
Fue el nombre que usó Joaquín Restrepo en China, durante la Feria de Arte de Shanghái, de la cual acaba de regresar. Allí tuvo una exposición individual. Es la segunda muestra que hace en Shanghái, después de que fue invitado, el pasado abril, a otra Feria.
“Todos en china tienen el nombre en chino y el nombre en español para que nosotros podamos llamarlos, que no nos tengamos que esforzar en aprendernos los nombres. Se ponen Amanda, Carolina, Ana…”, narra el artista, quien asegura que a él no le interesaba ir solo a exponer, sino que quería intercambiar con esa cultura, por lo que se puso un nombre chino y abrió una cuenta en Ren Ren, el Facebook del país asiático. Además de estudiar un poco de mandarín y estar siempre con una traductora para poder dialogar con los visitantes.
Joaquin Shanghai recibió por primera vez al artista colombiano Joaquín Restrepo en abril pasado con dos de sus obras en bronce, ahora le apuesta en una exposición individual en el American Pavillion Shanghai Art Fair 2011, dirigido por Álvaro Cirillo y por el prestigioso curador Aldo Castillo, durante el mes de septiembre.
Joaquín Restrepo quien se ha abierto camino rápidamente en Asia y a su corta edad recoge frutos internacionales y nacionales. Se ha caracterizado siempre por invocar lo que quiere y aunque con prudencia recibía las buenas críticas de sus obras, que aún después de finalizar la feria permanecían itinerantes en las galerías del país asiático, se maravilló cuando recibió la invitación que ratificaba que Selah y Ágora, las pinturas al óleo, y sus otras obras en bronce tendrían un espacio colectivo e individual en Shanghai.
Ese espacio individual denominado 10 Artistas10 Espacios, tendrá lugar dentro del Pabellón Latinoamericano, del 13 al 18 de septiembre. Esta exposición se llevará a cabo bajo el concepto de Solo Artists Shows donde los artistas individuales participan directamente o son presentados por galerías de arte contemporáneo, como es el caso del maestro Ignacio Iturria.
Una de estas galerías, la más emblemática del Pabellon, es Bandi Trazos, que por su interés en el arte latinoamericano abrió un espacio para que el maestro Restrepo, finalizando su muestra individual, participará en una exposición colectiva del 20 de septiembre al 20 de octubre en la misma ciudad. Esta no es la primera vez que la galería le apuesta a un colombiano ya que en la actualidad representa al maestro Fernando Botero.
Shanghai Art Fair va más allá del mercado artístico chino, su objetivo es promover el intercambio de arte y cultura entre China y los países extranjeros. Manteniendo este objetivo y el liderazgo en la globalización del arte, como ha sido desde 1997. La feria se apoya este año en el curador estadounidense Aldo Castillo quien viene de participar en la reciente Miami International Art Fair (MIA).
De Shanghai a Medellín
Mientras que las obras de Joaquín Restrepo se internacionalizan, Medellín espera que el artista llegue de Shanghai para dar apertura a su exposición de pintura y escultura de la que disfrutarán los antioqueños durante un mes en esta ciudad.
Del 22 de septiembre al 22 de octubre la galería Mundo Arte acogerá la obra de este paisa, que por primera vez comparte su arte con su ciudad natal y quien estará en Bogotá por cuarta vez en la subasta de la Fundación Corazón Verde para la Casa Christie´s de New York.
Joaquín tiene 27 años, siete de ellos los pasó como alumno de David Manzur, quien antes de este artista sólo había sido maestro personalizado del expresidente Belisario Betancur. Ambos, que son calificados por Joaquín como mentores más que como padrinos en su vida, han destacado el trabajo y la pasión del joven por el arte.
West Palm Beach, FL – China is already the number one selling art market according with ArtPrice, one of the main art marketing indicators online. There, in Shanghai, Joaquin Restrepo 26, will exhibit his sculptures for the second time this year at the same place where other famous artists like Fernando Botero, have participated.
Shanghai Art Fair will be held September 14 to 18 at the World Trade Center (No. 99 Xingyi Road) grand staged.
Joaquín Restrepo has always been known to invoke what he wants and although he prudently received positive critics about his works, even after the end of the event remained mobile in the galleries of the Asian country, he was amazed when he received the invitation to ratify that Selah and Agora, the oil paintings, and other works in bronze would have a collective and individual space in Shanghai.
“Uruguayan artist Ignacio Iturria will be at the Fair, and the curatorship will be done by Aldo Castillo”, Joaquín said. He added, “This is the second time I am going to send my work to Shanghai. Sincerely, besides the adventure of delivering my sculptures to foreign lands, I was not expecting anything. I had always wanted my art to reach Asia. When two of my works were chosen, I decided not to travel and send them to see if they could make their way. I remembered the faces of people that I knew when I said that I would travel only when I have my own individual exhibition. Four months later my dream came true.”
This Colombian artist created his first work at the age of 18, he named it Origamy. His last one Perhibeo, is 9.8 feet tall and it is made out of iron and bronze.
He received the invitation to go to Shanghai in March this year, and now he is quite ready to debut. His mayor challenge was to fill out the forms in estrange characters. He believes that Popular Republic of China is the leader of the art industry and has been become, during the last 10 years, a regional power with great influence worldwide.
Joaquín Restrepo is a very talented artist that explores and gives himself in his work. He is making his way to be part of the famous artists around the Globe.
Joaquín, thank you for giving us this interview over the Internet. Thank you for sharing with us your work and success. Our best wishes are for you to reach the summit where artists leave their works and never perish.
El evento se hace con el propósito de recaudar fondos económicos para consolidar el Museo Rayo y preservar el patrimonio artístico. Las obras de artistas como Beatriz González, Eduardo Ramírez Villamizar, Nadín Ospina y Joaquín Restrepo estarán en la subasta que se hará el próximo 29 de agosto en el Club El Nogal. Otros beneficiados serán las viudas y huérfanos de los miembros de la Policía Nacional que hacen parte de la Fundación Corazón Verde.
En el Congreso de la República este joven artista junto a Edgar Negret, presentaron una exposición de grandes obras que se sostienen en el tiempo.
Restrepo a sus 26 años de edad, expusó en el Congreso quince esculturas pequeñas en bronce y cinco monumentales en hierro y bronce, participando en cuatro subastas para la Fundación Corazón Verde y el Museo Nacional, donde sus obras se vendieron con gran éxito.
Su arte reposa en colecciones privadas y en las instalaciones de grandes empresas de la ciudad, ha tenido grandes maestros personalizados entre ellos a David Manzur durante siete años de su vida.
Por todo lo anterior al conocer sus obras y su curriculum el público conoció a un artista con varios años a cuestas. ‘Sí, Yo soy yo’, fue la frase que acompañó recientemente la presentación de Joaquin Restrepo.
Sus estudios han tenido un poco de aprendizaje autodidacta, usando a la lectura como base de su conocimiento los libros de historia del arte lo llevaron a conocer cada artista vivo que encontraba en ellos y evocando la época del renacimiento. Joaquin escogió a sus mentores donde por medio de un trueque el alumno aprende en silencio de su maestro mientras le ayuda en el taller y lava sus pinceles.
“No hago esculturas para ganar dinero, me gusta ganar dinero para hacer más esculturas” Joaquin Restrepo.
por Sergio Esteban Vélez (Ganador del premio Simón Bolívar 2010 en la categoría Entrevista)
A sus 26 años de edad, Joaquín Restrepo es talvez el más prometedor representante de la generación de los artistas colombianos menores de treinta años. Y este 2010 ha sido de especial éxito en su carrera, no sólo desde el punto de vista de las ventas (muy superiores a las de cualquier otro artista latinoamericano de su edad), sino también desde el de la divulgación y socialización de su trabajo. En el pasado agosto, presentó su exposición “Retrospectiva”, en el Centro Internacional de Convenciones de Cartagena de Indias, y, a partir del próximo 22 de noviembre, su obra podrá apreciarse durante un mes en el Capitolio Nacional, por invitación especial que le extendiera el Honorable Congreso de la República.
Esta próxima muestra, cuyas características especiales han implicado que su montaje requiera un presupuesto más alto que el que normalmente necesitan las exhibiciones que se exponen en ese venerable recinto, estará compuesta por más de veinte obras escultóricas de este joven creador, entre las cuales destaca la monumental “Ágora”, conjunto de cinco imágenes en hierro y bronce de 280 centímetros de altura.
Este mismo título, “Ágora”, fue el escogido para denominar la exposición entera. Tal nombre fue sugerido por el ex presidente Belisario Betancur, uno de los mayores admiradores de este artista novel que ya es toda una realidad en el panorama de las Bellas Artes de nuestro país.
Otra de las glorias nacionales que ha tenido la visión de apostarle al talento de este joven genio es el maestro David Manzur. Hace poco, tuve la oportunidad de ver las imágenes de dos obras que esa figura cimera del Arte Latinoamericano realizó en homenaje al trabajo de Restrepo, quien fuera su discípulo más avezado durante más de un lustro.
La historia de estos cuadros del maestro Manzur es la siguiente: En el 2007 , Restrepo fue seleccionado, junto a los principales artistas de Colombia, para desarrollar una pieza escultórica, en el marco de la gran subasta “Equusarte”, organizada por la Fundación Corazón Verde, con la colaboración de la Casa Christie’s de Nueva York, con el ánimo de recoger fondos para las viudas y huérfanos de agentes de las fuerzas armadas de Colombia, víctimas de la absurda guerra que asuela a nuestra patria.
Fue entonces cuando surgió “Miserere”, un sobrecogedor caballo de dos metros y medio de altura, elaborado minuciosamente en láminas de hierro. Contrario a lo que podría esperarse de la obra de un escultor tan joven, este caballo de Restrepo alcanzó en dicha subasta un valor significativamente mayor al de las esculturas que presentaron cinco de los diez artistas más cotizados del país. Esto, sin duda, gracias al poder expresivo, a la imponencia y al buen gusto de esta imagen ecuestre.
Fue entonces cuando el maestro Manzur, el máximo conocedor de la anatomía del caballo en nuestro país, conmovido por la calidad excepcional de la producción de su pupilo, decidió estimularlo al rendirle homenaje en los cuadros mencionados. Esta trascendente congratulación fue la afortunada conclusión de un ciclo de seis años, durante los cuales Restrepo alternó sus estudios de Artes Plásticas en la Universidad de los Andes, con un intenso adiestramiento en Historia del Arte y ejecución artística, con el maestro Manzur, quien le transmitió, con religiosa periodicidad, sus más sagrados secretos acerca del proceso creador.
Y, según hemos visto, Joaquín ha demostrado que ha sabido asimilar, articular y comprender los conceptos recibidos de su maestro, los cuales se han mezclado con sus propias investigaciones artísticas y con sus profundas exploraciones experimentales, estallando en una obra coherente y de alta semiología, que refleja de manera fidedigna la agudeza de sus indagaciones sobre el comportamiento humano, una de las principales fuentes de inspiración de su obra.
Estamos seguros de que el trabajo artístico de Joaquín Restrepo dará mucho de qué hablar, no sólo en nuestra patria, sino también en otras latitudes. Ojalá la exposición de excelencia que va a presentarse en el Capitolio Nacional logre captar el entusiasmo de alguno de los buenos galeristas de Medellín, para que los medellinenses también podamos gozar del inmenso placer estético de esta muestra.
httpvhd://www.youtube.com/watch?v=p25wiNYNou0
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– Con tan solo 25 años, este antioqueño, estudió Artes en la Universidad de los Andes, ha llegado a exponer en reiteradas ocasiones con las principales figuras del arte moderno colombiano.
– En la convocatoria artística ‘Formarte’, Restrepo participará por tercera vez consecutiva en subastas de la Casa Christie’s, esta vez con su escultura ‘La ventana’.
Por Natalia Echeverri Vargas
Bogotá, 25-nov.-2009 (Colprensa).- La historia de Joaquín Restrepo es una de aquellas poco comunes por estos tiempos. Este artista paisa, que actualmente expone su escultura ‘La Ventana’ en el Parque de la 93 en Bogotá, inició desde muy pequeño un interesante recorrido por galerías antioqueñas buscando saciar su curiosidad por el arte.
Hoy en día, a sus 25 años, se puede dar el lujo de exponer al lado de grandes figuras como Ómar Rayo y Édgar Negret, en un sector de la capital colombiana reconocido por ser epicentro de encuentros artísticos, culturales y por poseer los mejores bares de la ciudad.
De la mano de la casa de subastas Christie´s, la Fundación Corazón Verde realiza la cuarta presentación de Arte en espacio público, en la cual, la escultura de Restrepo y 73 obras más, serán subastadas este jueves a favor de los huérfanos y viudas de Policías fallecidos en servicio.
El evento, que se realizará en el Club Los Lagartos de Bogotá a las 7:30 p.m., ofrecerá entre otras, obras de artistas como Alicia Tafur, Jaime Arango, Omar Rayo y David Manzur, mentor de este antioqueño regido por la constancia y la pasión por el arte.
Luego de haberse enamorado de esta disciplina a los 13 años, Restrepo escribió en una hoja la lista de artistas colombianos a los que, según sus palabras, “deseaba robarles algo de su esencia y conocimiento”.
En esa peregrinación artística conducida por la insistencia y la constancia, logró que su formación estética fuera moldeada por las manos del maestro Manzur, que le permitió durante años penetrar en su estudio y espiarlo mientras trabajaba.
El creador paisa habló sobre su obra forjada en hierro y bronce, sus preferencias artísticas, sobre la aventura que fue aprender con el consagrado David Manzur y los nervios que le produce la subasta pública con Christie’s.
– ¿Cómo comienza la aventura artística?
Desde que recuerdo estuve enamorado del arte. En la Basílica de San Francisco de Asís, en Italia, me impactaron los frescos de Giotto y cuando volví al país, a los catorce años más o menos, me empeñé en conocer a los mejores artistas locales, así que hice una lista con los que más me interesaban y los visité uno por uno.
– ¿Quiénes hacían parte de esa lista?
Los antioqueños Germán Londoño, Fernando Botero y Eduardo Ramírez; David Manzur, quien fue a quien escogí finalmente para estudiar personalmente; Edgar Negret, Maripaz Jaramillo… Si lo pienso, la lista es larga.
– ¿Cómo logró que David Manzur le enseñara en su taller privado?
Después de una negociación muy compleja me recibió en su estudio. Le insistí tanto que finalmente accedió a que lo viera trabajar en ese íntimo espacio.
Recuerdo que cuando llegué me abrió la puerta Belisario Betancur (ex presidente de Colombia), él estaba tomando clases con Manzur, yo no sabía qué hacer, ni cómo hablarle. Luego se fue y me quedé trabajando con David, ahí le insistí:
“Yo solo quiero verlo trabajar. Hago lo que sea, barro, trapeo, cocino pero recíbame, no me hable si no quiere”. Ese día lo vi trabajar y poco a poco nos fuimos volviendo amigos, después conocí su círculo social.
– ¿Cuál es la influencia que él ejerció sobre su trabajo?
Creo que fue total. Le debo muchísimo en mi enseñanza artística, me inculcó mucho amor por el dibujo. Siempre me decía que aprendiera a dibujar bien que lo demás venía solo.
– ¿En qué orilla del arte se encuentra su obra?
Es extraño, no me siento identificado con el arte contemporáneo, mi estilo se encuentra más en la historia del arte moderno colombiano.
Creo en la forma y la figura, sueño con un dibujo bello, que trascienda en el tiempo y me inmortalice. Esas cosas hoy en día se consideran estúpidas.
– En sus dibujos y esculturas veo muchos cuerpos fraccionados, ¿qué hay detrás de eso?
Tristemente soy de los pocos jóvenes que puede decir que su colegio fue un infierno, todos me odiaban y sentía que mi vida estaba partida en pedazos.
Por otro lado, tenía una necesidad de protección muy grande. En mis esculturas existe un escudo del que yo carezco.
– ¿Cómo se enteró de las campañas de Corazón Verde?
Una vez en Medellín abrí el periódico y vi que los artistas colombianos más importantes se reunían en una convocatoria llamada ‘Arborizarte’.
Me emocionó mucho poder estar en ese evento, luego y gracias a Manzur logré mostrar mi trabajo y ser invitado a participar, desde entonces lo he hecho tres veces.
(Colprensa) — Bogotá, 25-nov.-2009 .
Canal UNE ®
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Foto: Bi Hui Kheng Murcia – CÓDIGO DE ACCESO X
por:
Santiago Rubiano Vargas. (Codigo de Acceso – El Tiempo)
En esta ocasión, los artistas colombianos fueron invitados a reinterpretar un objeto geométrico, imprimiéndoles su propio estilo a las obras
75 artistas plásticos participan este año en Formarte, una iniciativa de la Fundación Corazón Verde para promover el valor de la solidaridad y reunir fondos destinados a ayudar a las viudas y huérfanos de la Policía Nacional.
El lema de la cuarta temporada, ‘siempre hay un lado más’, es un juego de palabras que hace alusión al sentido social de la idea, pues además del dinero recaudado por la subasta de cada obra, la exposición tiene implícito un mensaje de solidaridad que debe llegar a quienes la visiten.
‘Formarte’ se inauguró hace unos días en la Plaza de Bolívar, donde se presentó la compañía china de música y baile Folk Music Group of Tianjin Song & Dance Theatre, que ofreció una muestra de su cultura musical tradicional combinada con aspectos modernos. Sin embargo, el público quedó esperando los anunciados actos de ópera y artes marciales.
Ahora, las figuras están en la zona rosa de Bogotá. “Luego de que las esculturas roten por los diferentes escenarios, habrá una subasta en noviembre, realizada por la casa Christie¿s de Nueva York. De ahí en adelante el futuro de la obra depende de quien la adquiera. Solo espero que las personas tengan fácil acceso y poderla visitar de vez en cuando”, dice Restrepo.
La subasta tendrá lugar en el club Los Lagartos de Bogotá.
Santiago Rubiano Vargas – CÓDIGO DE ACCESO X — El Tiempo — COPYRIGHT © 2009 CEET
Joaquín Restrepo (en la foto) es el artista más joven de la muestra, sin embargo es uno de los más admirados y mejores vendidos.
Por:
Con motivo de la Cumbre de las Américas que se cierra, la Fundación Corazón Verde, en su impulso por favorecer a las familias de los héroes de la patria, ha engalanado diversos escenarios de Medellín con obras de los principales artistas del país.
Por estos días, no es extraño que los transeúntes de Medellín se encuentren, en múltiples lugares públicos, con obras de Arte de alta factura y original diseño. Estas creaciones hacen parte de las muestras “Animarte” y “Equusarte”, que trae a la ciudad la Fundación Corazón Verde.
Mientras “Animarte” comprende una serie de mariposas, de todos los estilos y tendencias, diseñadas y donadas por los grandes maestros del Arte Colombiano, “Equusarte” es su equivalente, pero con caballos. “Arborizarte”, que fue la serie inicial de la fundación, con obras que representan árboles, no estará presente, en esta ocasión, en nuestra ciudad.
Estas producciones, que son bien conocidas en la Capital de la República, pues han sido expuestas en los principales lugares de esa metrópolis, son las que se han presentado en las subastas que ha organizado esta fundación, para colectar recursos en pos de mejorar la calidad de vida de los hijos y viudas de nuestros policías víctimas del conflicto armado que nos asuela.
Los dirigentes de la fundación traen estas muestras a Medellín, plaza que no habían explorado anteriormente, pues están seguros de la solidaridad de los antioqueños, especialmente con aquellos que diariamente exponen su vida y se sacrifican por defendernos a todos.
La Fundación Corazón Verde fue creada, en 1998, por un grupo de empresarios, con el objetivo de que la sociedad civil colombiana respalde y contribuya a suplir las necesidades prioritarias de las viudas y huérfanos de los miembros de la Policía Nacional fallecidos en actos de servicio. Desde entonces, su directora, Mónica Alzate, ha apelado a la solidaridad de la empresa privada y de los artistas de Colombia.
Alzate, como voz de la fundación, a lo largo de estos años, no se ha cansado en hacer hincapié en que: “Mientras en otros países, los policías pueden ejercer su profesión en medio del respeto y la solidaridad de la comunidad, en Colombia mueren en actos de servicio más de 500 policías por año, víctimas de la violencia que azota nuestro país. Cada año que pasa, crece el número de huérfanos y viudas de policías que mueren cumpliendo con su deber. La dimensión de la tragedia acumulada durante los últimos años es enorme”.
La Fundación ha seleccionado lugares estratégicos de la ciudad para la disposición de las exhibiciones. “Animarte” estará, durante todo el mes de junio, con sus mariposas en formato grande, en el Parque Explora, y, con las de formato pequeño, en los parques – biblioteca, y “Equusarte” (que se inauguró el martes, en el Hotel Poblado Plaza) se instaló desde ayer en el Centro Comercial Oviedo, donde estará hasta el próximo 22, fecha en la cual se desplazará hacia La Strada, donde permanecerá por una semana.
“Le estamos dando a la población la posibilidad de adquirir, por precios muy bajos, obras de artistas muy reconocidos y de, a la vez, apoyar una causa tan significativa como la nuestra”, dice Mateo Bonilla, uno de los organizadores de la muestra en Medellín, quien, además, hace énfasis en que “la Fundación siempre asocia el Arte con vida; por eso, lo que se brinda es un renacer, una oportunidad y una esperanza para los familiares de aquellos que fueron muertos de manera tan trágica. Por eso lo más importante es la vida, la vida que les queda a ellos y las posibilidades que les proporcionamos para tener un mejor futuro”.
Entre los resultados obtenidos por la Fundación, gracias a los recursos recolectados con la venta de estas obras, descuellan programas como “Edificarte”, mediante el cual han entregado más de 115 soluciones de vivienda a viudas y huérfanos de la Policía Nacional, y “Educarte”, que busca formar a los hijos de policías fallecidos en servicio activo, a través de becas escolares. Entre el año 2001 y el 2007, este programa logró otorgar 2.231 auxilios educativos, y en lo que va del 2008, se han adjudicado 800 becas a niños de todo el país.
Estuvimos hablando con Joaquín Restrepo, quien, a pesar de sólo contar 22 años de edad, ya está, junto a grandes maestros, como Manzur, Rayo y Villegas, en la exclusivista lista de los participantes de las muestras y subastas de la Fundación, con tal éxito, que las obras que ha donado han llegado a subastarse por valores muy superiores a los alcanzados por algunas de aquellas con las que contribuyeron los principales artistas del país.
Restrepo es un convencido de que los artistas, que siempre han sobresalido por su alta sensibilidad, deben comprometerse a contribuir con obras sociales de tanta relevancia, pues, como él dice: “En estos tiempos de guerra en que vivimos, debemos darle a la fuerza publica toda la ayuda que esta necesite, sobre todo si es protegiendo a las familias de aquellos que entregaron su vida por mantener al país seguro y proporcionarle un futuro de paz».
Los que se acercan a las exposiciones y programas de la Fundación Corazón Verde pueden apreciar cómo el Arte contribuye a la paz, no sólo como mecanismo de sensibilización y civilización, sino también como, en este caso, herramienta para reparar las secuelas de la guerra absurda que ha devastado a nuestro pueblo.
COPYRIGHTS ® 2008 ® EL MUNDO
Al artista David Manzur poco le importan las vanguardias y las temáticas. Prefiere liberarse de estas ataduras y dejar que su inspiración haga lo propio. Retratos, bodegones, desnudos. Todo lo anterior tiene cabida cuando uno se refiere al maestro David Manzur, uno de los más importantes de la plástica colombiana, quien se define a sí mismo como un inquieto que necesita hacer mil cosas al tiempo.
Transformable como ella sola, así es su obra, a la que también se aplican los calificativos de onírica o, si se quiere, de ensueño. Sin caer en la trampa de lo literario o narrativo, su plástica se mueve finamente entre lo antiguo y lo moderno.
Su curiosidad, experimentación y fanatismo por el avance científico y tecnológico, quedan manifiestos no sólo en cada una de sus creaciones, sino también en sus palabras.
¿A qué dedica su atención actualmente?
En este momento estoy trabajando en una exposición que voy a presentar a final de año en el Museo de Arte Moderno que tiene como título “Las ciudades oxidadas”. Es el resumen de un proceso de trabajo que he venido realizando con relación a los recuerdos, al tiempo, a todo lo que he vivido. Imagínate lo que va a ser ordenar los recuerdos cuando estos no son tan claros y el tiempo los ha vuelto pedazos. Con los pedazos voy a reconstruir el nuevo David.
¿Le interesa dejar escuela para las nuevas generaciones de artistas?
El concepto escuela implica un equipo de gente con un pensamiento filosófico y con una misma tendencia conceptual. Hoy en día, el arte se diversifica en propuestas conceptuales tan antagónicas que es imposible hablar de escuela. En mi caso, hay una serie de artistas que quieren seguir la propuesta evolutiva de mi obra, la cual deja ventanas abiertas para otras salidas que quizá yo no pueda desarrollar.
¿Qué importancia le da a las temáticas en la obra?
Las temáticas no son tan importantes. Son un pretexto para expresar aquello que el hombre tiene en el transfondo, que es la vida misma del individuo. Aspectos tan abstractos como la soledad, la alegría, el calor, el frío van a generar sensaciones. Es la sensibilidad del artista la que va expresar estados de ánimos que no se pueden poner en palabras.
¿Le resulta fácil autorretratarse?
Sí, fácil. Es una manera de firmar un cuadro y decir el que hizo esto soy yo, no se olviden de mí.
¿Y las moscas que aparecen en sus cuadros?
Son etapas agotadas. También aparece como temática el caballo, que con nuevos pasos debe dar cabida a una especie de fantasma del caballo.
¿Le preocupan las vanguardias?
A mí no me importa mucho esta lucha que hay por el aporte y la vanguardia. Yo creo que uno siempre en su tiempo está aportando. Soy una persona que piensa mucho en el pasado y creo que esta es la mejor vía para proyectarse hacia el futuro.
¿Considera que le falta explorar algo?
La palabra explorar es la más adecuada y significa riesgo, ganar o perder. Yo te estoy hablando de lo que estoy haciendo para la exposición…¿qué tal que no salga lo que yo quiero?
Usted también estuvo muy relacionado con la danza, la música y la actuación…
Lo que pasa es que cuando uno tiene entre 20 y 30 años puede tocar puertas distintas. Yo del teatro saqué gran cantidad de sensaciones que hoy se traslucen en la obra. Quizás el arte que más me ha tocado es la música, para mí siempre fue un punto de partida misterioso y extraño.
Muchas veces, en un mecanismo que resulta inexplicable, oyendo determinada música se me arreglan los problemas.
¿Estuvo recientemente en Medellín?
Me invitaron al Congreso de Médicos relacionado con la cirugía plástica y reconstructiva. Fue muy agradable porque esos médicos son muy imaginativos y muy inteligentes. Encontré un ambiente de mucho trabajo y de descubrir cosas nuevas. Medellín se está volviendo una capital donde hay que ir para conocer muchas cosas y comprenderlas. Eso me encanta.
Viernes , 6 de Junio de 2008 / COPYRIGHTS ® 2008 ® EL MUNDO.
Por:
Marcela Fonseca Martínez/elpost.
Caballos de dulce, acero, fuego, madera, vidrio, flores, tierra, piedra, hielo; caballos eléctricos, estelares, quijotescos, con armadura, con pinta de Ferrari, con recortes; azules, verdes, rojos, amarillos…
Desde el 12 de julio, y hasta el mes de septiembre los bogotanos y visitantes de la capital colombiana podrán disfrutar de todos estos especímenes, ubicados en el Parque de la 93 y otros sectores de la ciudad. Esta exposición llamada “Equus Arte: Una leyenda que construye esperanza”, es la III Temporada de Arte en espacio público que convocó la Fundación Corazón verde, entidad sin ánimo de lucro, creada en el año 1998, con el propósito de ayudar a las familias de policías caídos en el cumplimiento de su deber. Reconocida también por campañas como “ArborizArte” y “AnimArte”, que en años anteriores adornaron la ciudad con árboles y mariposas para el mismo fin. La inauguración de Equus Arte se realizó en la Plaza de Bolívar y contó con una muestra de equitación renacentista denominada “Alta Escuela” con caballos traídos de Argentina y realizada por los miembros de la Escuela de Carabineros de la Policía Nacional de Colombia. Toneladas de arena y graderías transformaron la plaza en un campo de equitación por algunas horas.
Esta exposición cuenta con 74 caballos de tamaño natural en yeso y metal decorados por 75 artistas nacionales, la cual concluirá con una subasta de los mismos. Además, se contó con la colaboración de la Casa Christie´s de Nueva York para su realización. En esta muestra los ciudadanos podrán ver obras de arte totales, donde se plasma a través de distintas técnicas el rechazo a la violencia y el conflicto existente en nuestro país. Caballos como el Rey de los Andes de Carlos Santa Cruz, basado en la cultura precolombina Kiyasinha, o el de Danielle Bessudo en honor a las mujeres de Barú decorado con conchas y estrellas imitando un vestido de baño llamado Estrella barulera, hacen un homenaje a estas culturas y las plasman en estos nobles animales, dejándola eternizada en el tiempo.
Asimismo, las obras de Germán Londoño, Caballo colombiano, y el de la Fundación +Arte – Minas, Mensajero de paso fino, muestran el dolor de un pueblo a través de las manos plasmadas con los colores de nuestra bandera, con una muleta y mensajes de las personas, simbolizando los miles de compatriotas que han sido víctimas de las minas antipersona. Otros son más curiosos, como el de Mauricio Zequeda, Galopando mares, o el de Hernán Díaz, Memorabilia, donde se encuentra desde el David de Miguel Angel, hasta el ex alcalde Antanas Mockus.
Asimismo, el de Lorenzo Castro Jaramillo, llama la atención de las personas por la técnica utilizada, vidrios que vistos en perspectiva muestran un caballo negro. También lo hace Guernica, el caballo de Consuelo Gómez, alusivo a al gran obra de Pablo Picasso. Y el que más adeptos tiene por ser diferente a los otros es el Centauro de dos caras de Augusto Rendón o también llamado Hipocresía, pues muestra como este monstruo salvaje de la literatura griega toma la cabeza del caballo en señal de triunfo. Así también, artistas como David Manzur, Germán Tessarolo, Omar Rayo, Adriana Vásquez, Jaime Arango, María de la Paz Jaramillo, León Trujillo, Santiago Uribe, Jorge Maryaroff, Jorge Cavelier, Teye, Martha de Correa, Vejarano, Catalina de Greiff, Luis Luna, Antonio José Caro, entre otros, se unieron a esta causa y plasmaron su arte y técnica en estos animales. Los turistas y nativos podrán gozar de este tipo de arte, original y dinámico, que cualquiera puede apreciar. Así que los invitamos, aún quedan dos meses para gozar de esta propuesta que engalana la capital bogotana sin ningún tipo de requisito.
Viernes , 12 de Julio de 2007 / COPYRIGHTS ® 2007 ® Latin American Post
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Ministerio de Defensa (Colombia)
Bogotá, D.C. 10 de julio de 2007.- La Fundación Corazón Verde, realizará la III temporada de arte en espacio público llamada “Equss Arte, una leyenda que construye esperanza” la cual se llevara a cabo en la Plaza de Bolívar de la ciudad de Bogotá el 12 de julio a las siete de la noche, el evento contará con la colaboración especial de la casa Christie’s de Nueva York.
La histórica plaza será escenario de la más impactante muestra de arte plástico; se expondrán 74 caballos de tamaño natural intervenidos por los maestros más importantes del país con el propósito de promover la solidaridad nacional e internacional alrededor de las familias de los policías colombianos que han muerto en cumplimiento del deber.
La Fundación Corazón Verde quiere darle realce al evento a través de una muestra de arte clásico de la equitación renacentista llamada de la “alta escuela”. Se presentarán elegantes caballos con sus jinetes vestidos de gala; donde los presentes, podrán admirar el arte ecuestre en su máxima perfección sin perder la perspectiva de nobleza y gallardía.
En la recreación del arte ecuestre que se exhibirá en la Plaza de Bolívar se utilizaran cerca de 20 toneladas de arena, la instalación de graderías para que el público pueda observar la muestra cultural. La Plaza se convertirá en un escenario similar a los de la antigua realeza española.
Los actores del espectáculo serán los miembros de la Escuela de Carabineros de la Policía Nacional; quienes además, desarrollaran una parada de gala, cabalgando en sus majestuosos caballos traídos de la Argentina.
La Fundación Corazón Verde es una entidad sin ánimo de lucro, creada en el año 1998 para promover la solidaridad nacional e internacional, a fin de satisfacer las necesidades básicas de educación, trabajo y vivienda de las familias de los policías colombianos que han muerto haciendo cumplir la constitución.
La Fundación ha desarrollo de diversas actividades para recaudar fondos, entre las cuales se destacan el “Premio Corazón Verde”, “Programa Arborizarte” y “Animarte,” “Primer Gran Festival Gastronómico y Cultural del País”, entre otros.
75 artistas participarán en “Equss Arte“ Una Leyenda que Construye Esperanza” los cuales a continuación relacionamos:
Omar Rayo, Masayo Andrade, Jaime Arango, Álvaro Barrios, Ann Bessudo, Lina Binkele, Carlos Blanco, Jorge Maryaroff, Luz Helena Caballero, Santiago Cárdenas, Nicolás Cárdenas, Antonio José Caro, John Casteles, Lorenzo Castro, Jorge Cavelier, Teye, Martha de Correa y Catalina de Greiff.
De igual forma podemos citar a Juan Carlos Delgado, Hernán Díaz, Beatriz Echeverri, Patricia Esguerra, Rodrigo Facundo, Jaime Franco, Sair García, Humberto Giangrandi, Luis Hernando Giraldo, Consuelo Gómez, Álvaro Gómez, Helena González, Alfredo Guerrero, Claudia Hakim, Cristo Hoyos, Maripaz Jaramillo, Claudia Llano, Germán Londoño, Guillermo Londoño, Ángela Loochkarit y Margarita Lozano.
Igualmente, debemos subrayar la participación de los artista Luis Luna, David Manzur, Jenaro Mejía, Lorenza Panero, Rafael Penagos, Elma Pignalosa, Lina Pulecio, Diego Ramírez, Raúl Cuellar,
Augusto Rendón, Iván Rickenmann, Amadeo Rincón, Jorge Riveros, Carlos Salas, Sandro Boris Sánchez, Carlos Santacruz, Gabriel Silva, Alberto Sojo, Alicia Tafur y Germán Tessarolo.
Es importante señalar otros artistas que contribuyeron con esta noble obra: León Trujillo, Santiago Uribe, Cesar Valbuena, Oscar Danilo Vargas, Adriana Vásquez, Ronny Vayda, Vejarano, Armando Villegas.